Nuestra comunidad

La comunidad del norte de Filadelfia donde sirve el Centro de Salud Esperanza desde hace casi tres décadas incluye los barrios densamente poblados de Upper Kensington, Hunting Park, Fairhill/St. Hugh, Harrowgate, Feltonville y Juniata Park. Casi uno de cada cinco habitantes de Filadelfia vive en nuestra comunidad, que es la comunidad Hispana más grande de la ciudad, y está entre las comunidades Puertorriqueñas más grandes de los Estados Unidos.

A finales de los años 1800 e inicio de los 1900 el norte de Filadelfia se conocía como el “Taller del Mundo”. El barrio de Kensington y las comunidades a su entorno eran el hogar de literalmente cientos de molinos de textiles y alfombras, curtidurías y otras fábricas. Durante las próximas décadas, hubo un descenso gradual de la economía de fabricación, y al llegar los años 50s la mayoría de las fábricas del norte de Filadelfia habían cerrado las puertas. Miles de empleos desaparecieron y hubo una fuerte decaída en la población de la ciudad a mediadas del Siglo Veinte.

Alrededor de ese tiempo, inició una significante migración de Puertorriqueños a Filadelfia, y siguió creciendo desde la década de 1940 hasta la de 1970. La comunidad donde se encuentra el sitio de Esperanza en la Calle Cinco Norte—conocido como “El Centro de Oro”, pronto se convirtió en el centro residencial y comercial de la comunidad latina creciente en Filadelfia. Hoy, el norte de Filadelfia es una comunidad muy diversa de vibrante cultura multiétnica y una rica historia, y tiene fuertes raíces comunitarias de varias generaciones atrás. Un alto porcentaje de los actuales miembros del personal actual de Esperanza son residentes del norte de Filadelfia y se enorgullecen de tener como hogar esta comunidad.

Datos de la salud pública del norte de Filadelfia revelan muchas disparidades persistentes en la salud, que afectan de forma negativa a nuestra comunidad. Estas disparidades incluyen altos índices de condiciones comunes de la salud, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, bajo peso al nacer y mortalidad infantil, obesidad infantil, depresión, asma y otros. La investigación reciente por el Centro en la Sociedad y Salud de VCU documentó que la esperanza de vida en el área de servicio de Esperanza en norte de Filadelfia es entre 10 y 17 años menor que en los barrios más prósperos de Filadelfia. Esta diferencia marcada en la esperanza de vida es el resultado de los efectos acumulados de la pobreza profunda, alta delincuencia, traumatismos repetidos y la falta de acceso a una atención de salud asequible y de calidad, que afectan directamente a los habitantes del norte de Filadelfia.

Esperanza reconoce estos retos, y estamos entusiasmados con las nuevas oportunidades para invertir en la gente del norte de Filadelfia y promover la salud y el bienestar de nuestra comunidad, lo cual ha sido nuestro compromiso desde nuestra fundación en 1989. Nuestro estado de la misión empieza así: “Motivados por el amor de Dios en Cristo Jesús, en cooperación con la iglesia y otro…”  Para cumplir con nuestra misión, Esperanza busca no solo proveer cuidado excelente y compasivo en el nombre de Jesús, sino también busca alcanzar para una comunidad más saludable, fuera de las paredes de la clínica.

Con ese fin, estamos construyendo y ampliando nuestras asociaciones comunitarias con iglesias locales, otras organizaciones sin fines de lucro, escuelas, agencias gubernamentales, organizaciones locales de desarrollo comunitario del norte de Filadelfia, y muchos grupos diferentes de la comunidad. Nuestro innovador programa de Promotores de Salud Comunitaria es solo una de muchas formas en que estamos equipando a otros y haciendo asociaciones para la salud con las personas del norte de Filadelfia.

Como lo hemos hecho durante más de un cuarto de siglo, seguiremos con nuestro compromiso con la salud y el bienestar y Shalom—la palabra que usa la Biblia para integridad y paz—de nuestra comunidad.

“Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.”   – Jeremias 29:7